Ologá es una pequeña comunidad de pescadores, asentados sobre el agua al sur del Lago de Maracaibo, ésta aislada comunidad se conforma de unos 10 grupos familiares emparentados en su mayoría. Son conocidos como los habitantes de los pueblos del agua ya que sus casas emergen del agua apoyadas sobre pilotes de madera conocidos como palafitos.
Visitar Ologá es desconectarse de lo cotidiano y entrar a un mundo que guarda secretos, es vivir la grandeza de Dios reflejada en cada uno de sus habitantes. Estar allí es sentir a plenitud la paz de una vida sin apuros, es contagiarse de la humildad y sencillez de la gente que con la mayor hospitalidad te reciben. Vivir en Ologá, es simplemente una lección de valores, es sentir en todo su esplendor el poder de Dios en sus aguas donde es reflejado el Relámpago del Catatumbo.
El trabajo documental “Ologá” y sus niños de agua, es un primer acercamiento a la vida del lugar. Las miradas curiosas de niños que han transformado aquel apartado paraje en su hogar fueron retratadas dejando filtrar la alegría que nada y camina por entre las casas, bañándolas de sonrisas y juegos.
Esta primera muestra del proyecto nace de la inquietud de documentar la vida en un pueblo del agua, este registro forma parte de un trabajo más amplio realizado en el lugar.
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